jueves, 9 de octubre de 2008

Conflicto en el Cáucaso: El fracaso de la democracia liberal

Voy a tomarme la libertad de comenzar este artículo con una cita de Benjamín Herrera Chaves , quien en su artículo sobre el nuevo orden mundial nos ayuda a insertarnos en el cambio de prisma que significó el derrumbe de la URSS, y lo cual nos da los primeros indicios de que el problema real del “no acabar” de los conflictos armados no se encontraría analizando el fenómeno con ojos de una visión pasada, como aquella que concebía al mundo bi-polar. Queda preguntarse acerca del comportamiento de las personas, las etnias, las culturas y las sociedades con aquellos cambios impulsados por la codicia y la sed de poder. Dice B. H. Chaves:
“Un elemento nuevo lo constituía el que por primera vez se veía a la mayor parte de los conflictos con el lente de lo doméstico, lo interno, lo local. Ya lo eran durante la Guerra Fría, pero al estar sesgados por la confrontación ideológica Este-Oeste se los analizaba como parte de la conflictividad internacional.”
Para la realización del presente artículo, y dadas las circunstancias del escenario internacional, y en un convencimiento de que los prismas de la democracia liberal, tanto en su parte teórica, como en su parte práctica no constituyen, ni nunca podrán constituir una salvación para aquellas naciones y etnias en conflicto con otras dadas sus profundas circunstancias ideológicamente definidas por la competencia, el mercantilismo y la codicia por riqueza y poder, me centraré en conservar un enfoque profundamente crítico, entendiendo la utilización y la fundamentación ideológica como un elemento políticamente validado por la mayoría de los actores políticos por lo cual mi análisis no podrá dejar de lado aquel elemento.

La disolución de la URSS trajo numerosos efectos, ninguno de los cuales debe haber sido demasiado sorpresivo para la comunidad democrática internacional. Aunque ellos aduzcan de aquello. No convendría reconocer, si yo fuera democrático y liberal, que ninguna de las acciones que podrá imponer la comunidad democrática internacional, surtirá algún tipo de efecto resolutivo en el escenario de los conflictos armados internacionales, si no es por la utilización de la fuerza bruta. El conflicto del Cáucaso tiene hasta la fecha innumerables capítulos, pero los que a grandes rasgos a nosotros interesan son la primera guerra de Chechenia, la segunda guerra de Chechenia, y la guerra de Georgia ocurrida en el presente año 2008. El fundamento de esas guerras es innegablemente anterior a la disolución de la URSS, por que ya en tiempos de la revolución rusa, hacia el año 1924, la URSS se vio obligada a inventar una solución a los conflictos étnicos que habían enfrentado a Georgia, Albania y Azerbaiyán por lo que los unió en un estado soviético llamado República Soviética Federativa Transcaucásica, que poco tiempo después se disolvería generando la incorporación plena de Georgia a la URSS, y la ganancia de un estatus especial por parte de la URSS para los demás países que integraban la R.S.F.T. Para cuando la URSS se comenzaba a desmoronar, en Georgia y en Osetia del Sur nacieron espíritus nacionalistas que clamaban la independencia de sus naciones. El problema fue que cómo Georgia planteaba su independencia unilateral , incorporaba en este reclamo los territorios de Osetia del Sur y lógicamente la zona de Abjasia. En 1991 estallo la guerra civil georgiana, y se realizo el primer referéndum en el cual los osetios elegían la incorporación a Rusia, en vez de unirse a Georgia. Georgia procedió a invadir Abjasia y sumarla a su territorio. Boris Yeltsin llegó a un entendimiento de paz, y se establecieron tropas tripartitas para el control del territorio en cuestión.

Pero aquello no son todos los antecedentes que nos permiten entender la pasividad de la comunidad internacional frente a un fenómeno social y culturalmente aceptado, y para lo cual la democracia-liberal no tiene solución, por cuánto todos los actores internacionales democráticos pueden refugiarse en la guerra contra el terror, realizar ataques preventivos, hacer uso de la tortura como medio de guerra y la utilización de armas químicas de destrucción masiva; tal cual lo hace EE.UU., lo hace Rusia. Y Georgia.

Hacia 1991 se pone en la palestra internacional el creciente conflicto de Chechenia, el cual se divide en dos guerras de importancia. Chechenia es un territorio fronterizo ubicado al nornordeste de Georgia, en pleno territorio ruso cuya capital es Grozny. El conflicto se agudiza hasta 1993 cuando facciones nacionalistas chechenas declaran unilateralmente la independencia de Chechenia. Esto generó creciente inestabilidad al interior de Chechenia, cuyos milicianos nacionalistas procedieron a saquear, expulsar, violar y matar a todos aquellos que no favorecían o no pertenecían a las facciones nacionalistas chechenas. A pesar de usar armamento superior, bombas de fósforo, así como medios de tortura, los rusos no fueron capaces de hacer frente a las movedizas tropas chechenas, por lo que se estableció un cese al fuego en 1996. La independencia de Chechenia duró poco, ya que en 1999 y después de asumir el gobierno checheno facciones nacionalistas, éstas atacaron el país vecino de Daguestán, además de instalar y matar un centenar de personas en Moscú con bombas en territorio Ruso. El elegido presidente y primer ministro en 1999 Ruso Vladimir Putin ocupo las zonas fronterizas y procedió a bombardear Chechenia. El año 2000 los rebeldes se refugian en las montañas caucásicas iniciando una larga guerra de guerrillas y el comienzo del terror encubierto.
Debo proceder ahora a comenzar a unir los hilos que apuntarán en dirección del poder democrático, gobernador de occidente y de los mercados liberales del mundo civilizado. Georgia fue acusada por Rusia de albergar y prestar cierto apoyo logístico a rebeldes Chechenos, desde armamento hasta refugio político. Y es así que hacia 1998 se reanudaron los conflictos armados entre Georgia y Osetia del Sur. Hacia el año 2004 fue elegido presidente el nacionalista Mijeíl Saakashvili en Georgia, quien plantearía a los osetios del sur, unirse a Georgia en un “estado federado con amplias autonomías”, pero en respuesta a tal ofrecimiento se celebró un nuevo referéndum en Osetia del Sur, ganando la opción por la independencia de Osetia del Sur. Cuando en 2008 Georgia es aceptado de proceder a entrar en la OTAN (sin fijar un calendario claro en un principio), la respuesta Rusa fue el estrechar lazos con Abjasia y Osetia del Sur entregando pasaportes Rusos. Ya en Abril del presente año las tensiones iban en un alarmante aumento, cosa que debió y fue claramente previsto por diversas organizaciones internacionales; Esto debido al llamado realizado por Kosovo y Osetia del Sur de ser reconocidos como estados independientes. El 20 de Abril fue derribado un avión georgiano sobre cielo de Abjasia, por tropas rusas, y ya para Agosto del mismo año la guerra entre rebeldes osetios, y tropas regulares rusas y georgianas había estallado, culminando con una fuerte invasión militar por parte de Rusia primero a Osetia del Sur, luego a Abjasia y finalmente a la capital georgiana. Cabe agregar que Rusia al finalizar el conflicto reconoce la independencia tanto de Osetia del Sur cómo de Abjasia.

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