19.00 horas:
Estoy empezando a sentirme raro. El día no ha traído nada nuevo. Estoy encerrado en un mar de luces junto a seis millones de personas mas. Todo es como siempre. Tal y cómo lo eje antes. Siempre.
Hay tinieblas ahí afuera, ocultas tras las fachadas de su religion y cultura, encierro y depresion. Cochinos como lagartos embarrados, pierdete en las tinieblas que hay en tu corazón. desprecio, humillacion. En todas esas caras que pretenden fingir. En 30 minutos nada más, ya he visto las miradas, del oculto enemigo.
19.30 horas:
Es el pantalon del mundo. De la vida entera, ya no soy capaz de escribir. Y menos lo voy a estar. Soy como ese mono. ¿Ese mono? Sípo.
Es cuando nos preguntamos, ¿que hemos hecho con nuestra vida? Es ahí cuando entra el juego, alcohol, informacion, descontrol, robos, drogas. es cuando ruego que por favor algo pueda hacer. No son los vecinos, no es el delincuente, no es el linchamiento, no es la justicia, es un espectáculo siniestro de fuego, es nuestra desesperacion, por que nos estamos condenando, por que es nuestra desesperacion, es el descontrol, la accion de la yuta, lo fome, lo que intriga, vamos a morir enlodados en nuestra propia mierda. Nuestra propia escoria.
19.51 horas:
Son ahora las tinieblas, la muerte, la oscuridad. desperten hay que hacer algo. Hay que rendirse. Y solo son niños. Sensaciones. Gotas de agua. Chorreo. Seducimiento. Tentacion, vida. Y en el fondo es para que se vean mejor las caras. Estamos escondidos, Estamos vivos.
viernes, 20 de marzo de 2009
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